Como es sabido, la Señera Real coronada fue considerada hasta el siglo XX como «el estandarte del Rey D.Jayme», como muestra el pintor Femando Richart Montesinos (Castellón, 1858) en su lienzo «Entrada del Conquistador en Valencia»; allí aparece la Señera coronada junto al monarca. También durante la Germanía, poco antes de las batallas de Almenara y Gandía, en 1521, es citada la Señera coronada como «de la Conquista»:
«…llevando Estellés por timbre y para entusiasmar los ánimos la bandera de la Conquista nombrada del Rat Penat»(97)
Hasta en libros de texto de bachillerato se atribuía erróneamente al Conquistador. En uno de ellos, bajo la fotografía de la Señera coronada, se podía leer: «Señera de Valencia. Enseña real que guiaba a la huestes de Jaime I en la conquista de la ciudad»(98)
Respecto al pendón, parece que todo se inicia con Beuter (1495 -1555); pues no existe ninguna mención a esta enseña depositada en la iglesia de San Vicente Mártir antes de 1538. Es un dato que no lo han tenido en cuenta los defensores de las cuatro barras (críticos rigurosos e implacables en relación a la Señera Real coronada, pero indulgentes y despistadillos respecto a esta falsa reliquia). Es decir, el desconocimiento y olvido fue total hasta que, a mediados del siglo XVI, un valenciano -parece que descendiente de comerciantes extranjeros establecidos en nuestro Reino (99)- nos revela la valiosa reliquia. Pero ¿eran fiables las afirmaciones históricas de este teólogo? Más bien no, según recomiendan autores distantes entre sí, en el tiempo y las ideas; Josef Teixidor (S.XVIII) enjuiciaba así a Beuter:
«Las noticias de sucessos antiguos no se deciden bien por testimonios de los que ni los vieron, ni los probaron con documentos de antigüedad (…) De nuestro valenciano Beuter(…) está patente en su Chronica, que carecen de fundamento y apoyo ¿Qué fe histórica, pues, se le podrá dar, escriviendo assí en cossas distantes de su siglo trescientos o más años (…) suele usar congeturas que él se imaginaba (…)sin alegar testimonios»(100)
Joan Fuster concordaba con Teixidor respecto al teólogo renacentista:
«Beuter solía dejarse llevar por la imaginación: unas veces, por la de los autores precedentes, y otras, ay!, por la propia. Le faltaba el sentido crítico, en la selección de las fuentes»(101)
Ciertamente, los errores de Beuter eran conocidos a pocos años de su muerte; por ejemplo, en 1605, el «Thesorero de la Catedral de Málaga Doctor D. Francisco Padilla», se escandalizaba de las historias narradas por el valenciano:
«… esto dize Beuter, pero dezir que Cornelio era Presidente del Emperador Domiciano por el año dozientos y quatro, es un error manifiesto»(102)
Este es el perfil de Beuter que ofrecen quienes han analizado su obra histórica, por tanto, no podemos considerar dogma de fe sus afirmaciones; especialmente la referida al pendón que, «sin alegar testimonios», transformó en bandera de Jaime el Conquistador. Los meses en que terminó la redacción de su Historia de Valencia, no fueron para el «mestre en Sacra Theología, Pere Antoni Beuter» muy propicios para que su mente reparara en sutilezas y erudiciones, pues unas relaciones poco místicas con una valenciana le iban a proporcionar un incómodo descendiente. Aunque el suceso no era muy anormal en la Valencia renacentista, indudablemente alteraría el ritmo de vida de este canónigo beneficiado de la catedral de Valencia. La llegada del hijo, bautizado Pedro Ludovico, coincidió en el mismo año 1538 de la celebración del Tercer Centenario de la Conquista.
Nunca sabremos si Beuter utilizó su imaginación para hacer más amena la Historia de Valencia con historietas como las del pendón, o si realmente creía en lo que narraba. En el siglo siguiente, cuando el Racional de Valencia descolgó la reliquia para observarla -en el año 1638- no afirmó que era el estandarte de Jaime I, sino que «averiguó por su antigüedad y hechura, que era el mismo, de quien el Doctor Beuter havia tratado en su sermón»(103)
(97) Quas, Luis de: op. cit. p.105
(98) Tortajada Pérez, José: Historia Antigua y Media de España. Madrid, 1969. p.192
(99) Fuster, Joan: Comentarios sobre la Historia de Valencia de Beuter. Valencia, 1971,
(100) Teixidor, J.: op. cit., p.38
(101) Fuster, J.: op. cit., p.1
(102) Padilla, Francisco: Historia Eclesiástica de España, Málaga, 1605, f.95 r.
(103) Orti, M.A.: op. cit. Folio 2 v.
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