No existe la menor duda sobre la total indiferencia hacia el presunto pendón en los actos del año 1538, Tercer Centenario de la Conquista. Tenemos suficientes crónicas de los actos, desde distintos puntos de vista de la sociedad valenciana («Dietari» de Jeroni Soria, que podríamos encasillar como del «valenciano cultivado»; las referencias del estamento eclesiástico, en el «Llibre de Antiquitats»; y el histórico, que nos proporciona Diago) y todos, sin excepción, ofrecen como única bandera que preside los actos del Centenario a la Señera Real de Valencia o del Rat Penat. Veamos el «Llibre de Antiquitats» de la catedral de Valencia:
«Dimecres, a 9 de octubre de 1538, se compliren trescents anys que lo Rey en Jaume, de bona memoria prengué y conquistó la ciutat de Valencia(…) y lo dia de sent Dionis, a les VIII hores, los Jurats y officials portaren la Bandera Major de Valencia a la Seu, hon estava lo senyor Duc de Calabria, qui era Virey de aquest Regne(…) y prehica lo Reverent mestre Pere Anthony Beuter de la conquesta feta per lo Rey en Jaume, Acabat lo offici tornarense la Bandera a la sala lo Justicia criminal ab los atres oficials»
El manuscrito también informa de la solemne procesión celebrada el 10 de octubre, después de «dinar»:
«…apres dinar, feren profesó molt solemne, ab totes les banderes y estandarts de tots los offisis, cascún ab sos sons y moltes invencions (…) y darrere anava lo Centenar de sent Jordi, ab sa bandera, ab lo dit Virey, y apres lo governador y atres officials reals y de la ciutat, ab lo Justicia criminal, qui era mossen Pelegri Catala, cavaller, qui portava lo Standart de Valencia, y molta cavalleria; y anaren a sent Gordi per los lochs acostumats, y aqui feren stació y benehiren la bandera (…) y feta stació en la Seu, tornaren lo Standart a la sala, ja un hora de nit»(108)
Pese a la monotonía en la repetición de textos sobre el Tercer Centenario -9 de octubre de 1538- no creo que esté de más aportar otro que corrobore a nivel oficial los anteriores. La causa de esta insistencia es la verificación de la total indiferencia del pueblo valenciano, en todos sus niveles -nobleza, burguesía, iglesia, etc.-, hacia la enseña que el imaginativo canónigo Beuter calificaba de Jaime el Conquistador, sin aportar «autoridad», como denunciarían sus detractores años después (lo que no cuestionamos es la valía de Beuter como humanista y teológo destacado, Y con influencia suficiente para que el papa Pablo III le tuviera aprecio). Respecto al pregón oficial de las Fiestas Centenarias, publicado el 4 de octubre de 1538, destacaba claramente a la Señera y no al supuesto pendón de la Conquista:
«Que es faga la Processó del Centenar de la Conquista dia de Sant Dionys en recordació de la felicissima entrada del Victorios e Serenissimo Rey Don Jaume (…) de matí se portará la Senyera de la Ciutat a la Sglesia Catedral de la Seu, en la qual se celebrará lo Ofici divinal ab molta solemnitat (aquí predicaría Beuter, incluyendo la historieta del pendón), que en lo dia apres de la dita festa de Sant Dionys se faça una molt solemne e devota Processó portant en aquella la Senyera»(109)
En el itinerario de la procesión cívica con las máximas autoridades del Reino, se visitaron algunos templos, incluido el de San Vicent de la Roqueta; pero nunca aparece mencionado el polémico pendón, ni consta en ningún documento que fuera objeto del más humilde homenaje. No estaría muy arraigada la leyenda, ya que en unos festejos organizados exclusivamente para conmemorar la conquista de Jaime I no es imaginable la marginación total de su enseña.
También es clarificador repasar cómo se denominaba la única bandera que presidía las ceremonias: Jeroni Soria la designa como «Standart de Valencia» y, en frase posterior, «Senyera»; el historiador Diago la califica de «Bandera Real de Valencia» en su narración del Centenario; para el «Llibre de Antiquitats» es «la Bandera Major de Valencia» y también «lo Standart de Valencia»; el Pregón de los actos emplea «Senyera de la Ciutat» y también «Senyera» sin más. Queda demostrado que la única bandera que simbolizaba al pueblo valenciano en 1538 era la Señera Real y de la Ciudad, no el pendón de cuatro barras. En otro capítulo veremos que la «Ciutat y Regne» concordaban heráldicamente.
(108) Llibre de Antiquitats: transcripción de J. Sanchís Sivera. Valencia, 1926. p.112
(109) Teixidor: «Antigüedades de Valencia». Valencia, 1895, p.96
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