octubre 15, 2024

Los pobladores del Regnun Valentiae

Por Juan Ferrando Badia

Las Provincias 20 de Novembre de 1998

Reino-de-Valencia-1607Toda cultura -factor decisivo para la posterior concienciación de cada pueblo de su hecho diferencial- es una superestructura típica, reflejo de realidades geosocio-históricas propias, que sirve para diferenciar a un cuadrante de los otros.

El pueblo valenciano, condicionado por múltiples factores, ha decantado también su típica cultura y su peculiar modo de intercomunicación social, es decir, su lengua.

En la configuración de la realidad socio-cultural del histórico Reino de Valencia han confluido una serie de factores: la historia prerromana y romana, la secular de los antiguos reinos de taifas valencianos, así como las corrientes de inmigración castellana…, pero aquí y ahora, nos interesa subrayar la tipicidad de la estratificación socio-poblacional característica el antiguo Reino de Valencia. Ciertamente los elementos étnicos que integraban la población valenciana en la época anterior y posterior a Jaime I eran muy heterogéneos. En efecto, había moros -utilizamos este vocablo en su acepción amplia apuntando aquellos que profesaban la fe musulmana-; había descendientes de los pobladores hispano-romano-visigodos que se habían convertido al mahometismo, y que son conocidos por muladíes; había judíos fieles a su fe; otros, que eran descendientes de la población premusulmana que habían conservado su religión cristiana, conocidos por mozárabes. y tras la reconquista se mezclaron con las razas precedentes los aragoneses…, catalanes…, y otros pueblos hispanos. De entre los conquistadores, los aragoneses fueron los que en mayor número se quedaron en Valencia.

Junto a la estratificación de la población típica valenciana – basada en etnias diferentes- hemos de tener en cuenta la decantación fundamentalmente agraria de la economía valenciana, el peso del feudalismo hasta el siglo XIX (contrariamente a Cataluña ), etc…, y mucho más recientemente el modelo de desarrollo económico, que arranca de la segunda mitad del siglo XIX, conformado sobre la base de un boyante sector agrícola-exportador y un sector industrial muy particular con fuertes raíces y contenido artesanal…, pero, seria ir allende nuestros actuales propósitos referirnos a los factores económico-sociales motivadores también de la tipicidad de la estructura histórica valenciana anterior y posterior al Rey don Jaime, Digamos tan sólo que las recientes corrientes inmigratorias, y la forma como se han integrado en la realidad valenciana, tampoco pueden ser olvidadas. El futuro peso del sector castellanoparlante, tantas veces marginado, es un elemento de particular importancia para entender el marcado carácter diferencial de la realidad socio-cultural y lingüística valenciana.

La estructura histórica diferenciada del Antiguo Reino de Valencia

Pero, si bien desde un análisis interno de la estructura del mundo árabe valenciano, éste se nos presenta como un conjunto de emiratos, sin embargo desde la óptica cristiana aquel mundo se le veía como formando una sola unidad, un sólo Reino. Es generalmente conocido el hecho de que antes de la conquista ya existía un «Regnum Valentiae», como se consigna en el tratado de Cazola, signado por Alfonso VII, el de las Navas, Rey de Castilla y Alfonso II de Aragón, abuelo del «Conquistador», el 14 de diciembre de 1179, sobre delimitación de tierras a conquistar por cada uno de ellos o de sus sucesores.

Del conglomerado de los taifas musulmanes -época árabe-valenciana- Jaime I creó un sólo reino cuya estructura histórica está integrada, siguiendo al gran historiador Américo Castro, por la mezcla y combinación de estos tres ingredientes: romano-cristiano, árabe y judaico, de cuya interrelación y coordinación se ha decantado la típica configuración de la personalidad valenciana en todos los órdenes, estando condicionada también por las formas de producción que, en su día, establecieron nuestros antepasados (desde los romanos y, de modo particular, los árabes) y el particular proceso de desarrollo y conformación de nuestra estructura económica, cuya incidencia en los social es harto conocida.

No es incurrir en ningún error histórico si afirmamos que del conglomerado de los taifas musulmanes, asentados en la mozarabía valenciana (R, Chabas Llorens), es decir, en las poblaciones ibero-romano-visigóticas -pero de creencias cristianas-, Jaime I creó un sólo Reino (Vid, D. Flecher, En defensa del iberismo, Valencia 1945),

La personalidad diferenciada de Valencia mantenida por los mozárabes y fortalecida por la cultura árabe obligó a que el Rey Jaime I no pudiera -aparte de que tampoco le interesaba- anexionar los antiguos reinos árabes ni a Aragón ni al antiguo Condado de Barcelona.

¿Los mozárabas valencianos?

Se ha dicho recientemente que en la época del Rey don Jaime no existían, en el Regnum Valantiae, mozárabes (vi. LAS PROVINCIAS, 23-VIII-87 y 27-VIII-87). Evidentemente tras esta negación se oculta algo muy importante a saber. Si no existían mozárabes ¿cómo se puede afirmar que cuando llegó el Rey don Jaime con sus huestes aragonesas y catalanas -más lo primero que lo segundo- el «romance.. que hablaban ciertos pobladores valencianos era semejante al de los conquistadores? Si se confirma esta hipótesis: la de que, aparte el árabe se hablaba también un «romance» por los supuestos mozárabes -del que luego se derivará ya nuestra lengua caería por su base la afirmación de que el valenciano es un dialecto del catalán. Serian en este caso dos lenguas surgidas paralelamente -hermanas. pues-, pero con la diferencia de que según el articulista J. Albert, “en los siglos XIV y XV no había en Catalunya ningún atisbo literario culto que pudiera compararse al nuestro. Ramón Llull, que es del siglo XII, era balear, no catalán estricto. No salió allí en Catalunya entonces nadie de la talla de un Ausias o de un Joanot” y continúa afirmando: «En los siglos XIV y XV, nuestros clásicos decían que escribían en lengua valenciana sencillamente porque no podían decir catalana. El vocablo «catalana» se produce en Catalunya a partir de la «Renaixenca» ya que todavía a mediados del XIX Bonaventura Caries Aribau dirá en la felicitación a su empresario que habla y piensa en ‘Ilemosi». Es desde luego un canto maravilloso a Catalunya, ésta hoy llamada «Oda a la patria»», y termina diciendo J, Albert en su carta al director a LAS PROVINCIAS. diciendo: «Por lo tanto hemos de aprender todos: los catalanes a no decir más que Bonifacio Ferrer tradujo la Biblia (en el siglo XIV) a la «Ilengua cata!ana», Lengua que entonces no se llamaba catalana en ninguna parte sino valenciana. Y así muchas cosas más…»

¿Pero existieron los mozárabes valencianos?

Reconocen la existencia de los mozárabes valencianos, bien directa o indirectamente, Roque Chabas Llorens, pasando por Sanchis Guarner. Dámaso Alonso, Emilio García Gómez, Ramón Menéndez Pidal, Rafael Lapesa, etc. Pero remitiéndonos, fundamentalmente, a lo que expone Chabas Llorens podemos afirmar que frente a aquellos historiadores “que venían diciéndonos… que los árabes avasallaron toda España en poquísimo tiempo y que obligaron a todos sus habitantes a elegir entre abjurar de su religión y aceptar el Corán, o emigrar a Asturias… Según estos escritores, los pocos cristianos, merecedores de este nombre, que voluntariamente prefirieron abandonar sus hogares, aclamaron por rey a Pelayo y empezaron a resistir al audaz moro en Covadonga…, va abriéndose a la verdad y poniéndose las cosas en su lugar, con sus justas proporciones. Sería absurdo cree, que los millones de habitantes, que existían en la Península al tiempo de la invasión, mudaron en pocos años la religión, que, durante siglos, habían profesado sus padres. Planta arraigada no es fácil arrancarla de cuajo y de un sólo tirón. Cuanta mayor es la diferencia que medía entre la doctrina de Cristo y la de Mahoma, tanto más difícil se hace admitir como un hecho histórico este resultado, aún suponiendo todas las violencias imaginables”.

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